Washington.- El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo que la optimización del gasto de este foro que ejercerá su secretaria implicará cortar “ramas secas”, y negó que el foro enfrente una crisis financiera.
Aseguró que lo que la OEA padece es un deterioro paulatino de su presupuesto “muy gradual” a partir del estado inalterable de las cuotas que pagan los países, y que dará como resultado que se repita este año el presupuesto de 84 millones de dólares del 2013.
Indicó que este deterioro será atacado a partir del proceso de reforma de la organización así como de su estructura, indicando que “probablemente tengamos que cortar algunas ramas secas de este árbol”.
En su conferencia de prensa en el marco de la 45 Asamblea General Almagro adelantó su intención de eliminar al menos cuatro secretarías de la organización, cuya función dijo, puede ser resuelto a partir de asesorías o departamentos, “pero que no hacen a la visión política de la organización”.
Se trata de la Secretaría de Relaciones Externas, la Secretaría de Cumbres, la Secretaría de Asuntos Administrativos y la Secretaría de Asuntos Jurídicos, que Almagro dijo están vinculadas a temas de carácter organizacional y administrativos.
“Probablemente algunas de las cosas que se han venido haciendo pueden ser prescindible para esta organización, y es absolutamente seguro que debemos reorientar recursos financieros y humanos para que los trabajos estén alineados a estos pilares estratégicos”, dijo.
Antes y por separado, el canciller de Argentina Héctor Timerman calificó la situación financiera como una crisis, al hacer notar la insuficiencia de los recursos aportados por los países para cubrir la totalidad de las operaciones y mandatos de la OEA.
Ante la tercer plenaria de la asamblea, Timerman consideró que la excesiva dependencia al financiamiento de contribuciones externas “origina una pérdida de capacidad decisoria de los estados miembros respecto a las actividades de la organización”.
Hizo notar que el presupuesto regular depende de la contribución de un solo estado miembro, Estados Unidos, que aporta casi 60 por ciento de los fondos obligatorios de esta organización.
“Esta situación requiere repensar la viabilidad del sistema actual si queremos preservar la salud institucional de esta organización”, advirtió.
Consideró que esa falta de coherencia en el ámbito financiero es evidente en el sistema interamericano de derechos humanos, “donde advertimos que los órganos más importantes no están dotados de los medios para hacer frente a los mandatos y que esto deriva en la necesidad de recurrir a fuentes alternativas de financiamiento de tipo voluntario que resta credibilidad al sistema”.
Por su parte, el canciller de Guatemala, Carlos Raúl Morales Moscoso hizo eco de la crisis financiera, al señalar que el presente y futuro de la OEA requiere iniciar conversaciones para revisar la estructura de cuotas y adecuarlas a las nuevas necesidades y realidades.