Río de Janeiro.- El Senado de Brasil ultima la votación de un proyecto de ley para realizar cambios legislativos que reduzcan el rol de la petrolera estatal Petrobras en la explotación de las ingentes reservas de crudo ultraprofundo (el llamado pre-sal).
Estos cambios abrirían, además, la puerta a una mayor participación en el sector por parte de compañías extranjeras.
Aunque la iniciativa parlamentaria para modificar la ley de 2010 proviene de la oposición, sectores del Ejecutivo brasileño se mostraron los últimos meses dispuestos a apoyar una mayor apertura exterior en el sector de la exploración y la extracción de petróleo.
El objetivo es eliminar la obligatoriedad de que Petrobras tenga una participación mínima del 30 por ciento en los consorcios para explorar el petróleo en aguas ultraprofundas, así como la imposición de que la estatal brasileña –la empresa energética más endeudada del mundo- sea la operadora en todos esos campos.
El ministro de Minas y Energía, Eduardo Braga, dijo en mayo pasado que “defendía” esa posibilidad, aunque la prensa brasileña señala que la presidenta Dilma Rousseff – que dirigió el Consejo de Administración de Petrobras entre 2003 y 2010- sería opuesta a terminar con este régimen de privilegios para la compañía.
Brasil produce en la actualidad unos 2.5 millones de barriles diarios de crudo, incluyendo petróleo, gas y derivados, y la Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que esta cifra alcance los 3.7 millones para 2020 y los 5.37 millones en 2040, lo que situará al país entre los diez mayores productores mundiales.
Sin embargo, el alto endeudamiento de Petrobras –cuya deuda líquida ronda los 100 mil millones de dólares- y el escándalo de corrupción que azota a la empresa provocaron llamados para reducir el papel preponderante de la petrolera en favor de corporaciones privadas, entre ellas extranjeras, con el objetivo de seguir aumentando la producción.
La ley brasileña establece que Petrobras debe ser imperativamente el operador y tener al menos un 30 por ciento de participación en todos los bloques petrolíferos del pre-sal, donde las reservas brasileñas podrían llegar hasta los 30 mil millones de barriles, según la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP).