Fernando Mercado, candidato del PRI-PVEM para jefe delegacional en Magdalena Contreras, reconoció que el voto que dio la gente es por la alternancia y no les va a fallar en esta demarcación.
El abanderado de los partidos Revolucionario Institucional y Verde Ecologista de México dijo que tras una larga jornada su coalición se lleva una de las participaciones más importantes porque en La Magdalena Contreras está por arriba del promedio general.
Esto, señaló, se debe a la participación de la gente que salió a votar en libertad para darle el triunfo al PRI, a pesar de algunos incidentes.
Tras llevar la delantera en la elección para jefe delegacional en Magdalena Contreras, señaló que es hora de comenzar a trabajar por la demarcación y mañana se reunirá con su equipo para establecer la ruta, acciones y compromisos para el próximo ejercicio.
Sobre la ruta jurídica para defender las casillas en caso de alguna impugnación, indicó que será el equipo legal quien trabajará en paralelo.
“No les vamos a fallar. Nos queda muy claro el mensaje del electorado, es un voto de confianza al PRI en Magdalena Contreras, pero que la ciudad es una ciudad muy plural, que decidió la alternancia en la mayoría de las delegaciones, porque está evaluando desempeños y compromisos.
“No podemos seguir pensando que las maquinarias electorales o las franquicias de los partidos son suficientes para ser competitivos en las elecciones en la ciudad de México, tenemos que entregar excelentes resultados, tenemos que cumplir lo que prometimos en campaña y no nos podemos despegar de los ciudadanos”, sostuvo.
Entre las primeras acciones a tomar en Magdalena Contreras, en caso de confirmarse su triunfo, el candidato del PRI-PVEM mencionó cinco: uno, el portal de transparencia con el desglose del gasto público de la delegación; segundo, la mejora de las condiciones para los trabajadores de la demarcación, para que se cumpla con la ley y sus escalafones.
La tercera, atender las zonas altas donde hay muy poca obra pública; cuarto, avanzar sobre el plan de desarrollo delegacional que lleva diez años sin actualizarse y, por último, la universalidad de los programas sociales.