Ankara.- Al menos 17 presuntos militantes del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) fueron arrestados en el marco de una operación de seguridad previa a las elecciones parlamentarias de mañana domingo en Turquía.
La operación tuvo lugar un día después de un ataque perpetrado durante un mitin electoral del prokurdo Partido Democracia Popular (HDP) en la ciudad turca de Diyarbakir, en el que por lo menos tres personas perdieron la vida y decenas más resultaron heridas.
Fuentes del HDP indicaron este sábado que las dos explosiones que golpearon su acto de campaña fueron causadas por bombas artesanales que se sospecha eran dos recipientes de gas llenos de canicas, pero que la investigación estaba en curso.
El ataque, que dejó más de 100 heridos (según la prensa local) y hasta 400 (de acuerdo con medios occidentales), se produjo durante los cierres de campañas proselitistas en todo el país.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan busca obtener la gran mayoría parlamentaria con su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en la votación del domingo próximo, ya que esto permitiría que el partido cambie la Constitución para extender los poderes del mandatario.
Si el HDP alcanza el umbral del 10 por ciento necesario para entrar en el Parlamento por primera vez, reduciría la mayoría del AKP y potencialmente marcará un cambio político significativo para Turquía.
El ataque en Diyarbakir ha provocado una sensación generalizada de que los militantes del HDP se “envalentonarán” y que la elección crucial podría teñirse con actos violentos, por lo que las autoridades están preparándose para garantizar la seguridad durante la jornada.
Responsables de la policía turca informaron este sábado que varias personas presuntamente vinculadas al PKK fueron detenidos en redadas en la ciudad de Estambul como sospechosos de planear “actividades provocadoras” para interrumpir los comicios.
Los detenidos fueron llevados a un hospital de la policía civil para un examen médico y luego interrogados sobre sus planes en busca de cualquier posible vínculo con el ataque de la víspera, de acuerdo con reportes del periódico turco The Hurriyet.
El pasado miércoles se efectuaron otras redadas en la provincia suroriental de Sirnak, en las cuales fueron detenidas más de 40 sospechosos, varios de ellos presuntos partidarios del HDP.
Hasip Kaplan, diputado HDP de Sirnak, calificó a las redadas en la provincia como una “provocación” y culpó al gobernante PKK de pretender intimidarlos, ya que entre los detenidos se encuentran funcionarios electorales del partido.
Erdogan declaró que el ataque del viernes tuvo como objetivo eclipsar las elecciones del domingo, por lo que pidió a los ciudadanos tener cuidado de no caer en provocaciones y ejercer su derecho al voto.