Cartagena.- El programa “Glorias del Deporte”, que México desarrolla como herramienta para prevenir el delito y sacar a los jóvenes del mundo de las drogas, fue presentado en esta capital como un modelo exitoso a replicar en las ciudades colombianas.
la iniciativa fue presentada en Cartagena, en un encuentro con autoridades colombianas y fundaciones que trabajan con jóvenes en zonas marginales, por el director adjunto de Participación Ciudadana, José Manuel Azpiroz, adscrito a la Secretaría de Gobernación.
El gobierno colombiano y la Agencia española de Cooperación Internacional organizaron el encuentro en Cartagena, para conocer el programa que se desarrolla en México desde 2013.
“Este es un programa emblema de la Secretaría de Gobernación y con él estamos llegando a los jóvenes con mayor vulnerabilidad y más riesgo”, explicó Azpiroz.
Sostuvo que el instrumento está dirigido a los jóvenes que viven “en las colonias prioritarias del programa, los que han dejado la escuela, los que están consumiendo sustancias, los que están ejerciendo violencia en su casa, en su familia en su comunidad”.
Explicó que el plan tiene un componente, el futbol, que es dirigido por glorias del deporte como “Matador” Luis Hernández, quien jugó en Boca Juniors de Argentina, y Lalo Baca, entre otros exjugadores de la liga profesional mexicana.
“Estas grandes glorias ahora le están regresando lo que el futbol les dio y están entrenando a los jóvenes que están en riesgo”, comentó.
Los exjugadores trabajan todos los días dos horas con los jóvenes y luego un grupo de expertos en pedagogía imparten otras dos horas de talleres para reducir los factores de riesgo.
En estos talleres los profesionales entregan herramientas para que ellos enfrenten su futuro de una manera digna y alejada de la violencia y la criminalidad.
El funcionario mexicano contó que el programa inició en 2013 en 13 estados de México y atendió a mil 500 jóvenes. “En 2014 elevamos la cifra a ocho mil 560 jóvenes y a 59 academias en todo el país”.
“El balance es muy positivo, cuando uno lo implementa se da cuenta que en seis meses puedes ver una transformación en el joven”, anotó.
Según Azpiroz, estos jóvenes (20 por ciento mujeres) llegan al programa “sin afecto, con las relaciones familiares rotas, con problemas en la escuela, fumando mariguana, tomando alcohol, en alto riesgo de entrar al mundo de la delincuencia, salen transformados en seis meses”.
Lo jóvenes salen del programa con más autoestima, “se sienten queridos, conforman equipos, ganan en convivencia, y valoran la amistad”, destacó.
“Hay 20 por ciento de estos jóvenes que están regresando a la escuela. 93 por ciento se sienten más confiados, mejoraron su autoestima y tienen una visión más optimista del futuro. 94 por ciento reconocen que pueden definir el futuro que deseen. Antes pensaban que no tenían futuro, hoy tienen más herramientas para enfrentarlo”, concluyó.