La estabilidad macroeconómica alcanzada por México constituye un valioso activo para navegar en un ambiente difícil como el que se perfila, destacó la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
En su publicación “Radiografía de la economía y la industria mexicana”, considera que la estabilidad macroeconómica reducirá el impacto negativo de los acontecimientos que han afectado el comportamiento de la actividad económica y permitirá afrontar los desafíos.
Sin embargo, acota, el blindaje de la economía mexicana no impedirá la pérdida de dinamismo de las actividades productivas y, en consecuencia, la desaceleración dominará el comportamiento de la inversión, la producción y el empleo en los meses por venir.
El organismo industrial señala que no ha sido sencillo el arranque del año en materia económica, pues factores externos e internos han afectado el desempeño de la planta productiva, lo que ocasiona una pérdida en el dinamismo de la economía y el sector industrial.
Expuso que la volatilidad de los mercados financieros, el ajuste en el mercado petrolero, el nerviosismo de los capitales financieros, la desaceleración de la economía estadounidense y la incertidumbre y cautela de inversionistas y consumidores, aumentaron los factores de riesgo para el desempeño de la economía en el corto plazo.
Cifras recientes lo confirman, señala, ya que en el primer trimestre de 2015 la actividad económica y la producción fabril perdieron parte de la energía mostrada en trimestres previos.
Refiere que la economía mexicana cerró el primer trimestre del año con un avance de 2.5 por ciento, comparado con el mismo periodo de 2014, y respecto al cuarto trimestre de 2014, su avance fue de tan sólo 0.4 por ciento.
Por su parte, continúa, la industria mexicana ha sido sometida a una intensa presión, pues la demanda interna avanza a un ritmo lento, lo que dificulta la operación de las empresas que dependen del mercado nacional y su principal mercado externo.
En tanto, Estados Unidos cerró el primer trimestre del año con un crecimiento sorprendentemente bajo, de apenas 0.2 por ciento, que contrasta con los incrementos de 2.2 y 5.0 por ciento reportados en los dos trimestres previos, acota.
Por lo anterior, estima importante concentrar los esfuerzos en aquellas labores que permitan fortalecer la operación del motor interno (la demanda nacional de bienes y servicios), así como apresurar el paso para integrar a la brevedad posible la estrategia de industrialización que se necesita.
Resalta que ya se cuenta con el marco legal adecuado a través de la Ley para Impulsar el Incremento Sostenido de la Productividad y la Competitividad de la Economía Nacional, así como el Comité Nacional de Productividad, que es el foro para debatir e integrar el contenido de la estrategia industrial.
La Concamin ratifica su disposición y compromiso en favor de un desarrollo incluyente y promotor de una mejor calidad de vida en los hogares.
“Para lograrlo ofrecemos la visión y propuestas de los industriales del país para definir la estrategia que impulsará la modernización fabril y permitirá el aprovechamiento integral de nuestras capacidades productivas”, añade.