El trabajo los maestros y las maestras es más difícil en esta era, pues tienen la responsabilidad de no transmitir desesperanza a sus alumnos, sostuvo el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles.
Al encabezar la ceremonia del Día del Maestro consideró que en plena sociedad del conocimiento, paradójicamente, se vive una era que podría llamarse de desaliento. “Hay mucha incertidumbre sobre el futuro, la economía, la seguridad laboral y social y los jóvenes pueden ser afectados por esta condición”.
Expuso que conviene que los docentes inyecten optimismo a sus alumnos, derivado del saber que las cosas pueden modificarse y que el cambio es responsabilidad, en parte, de las nuevas generaciones y que para ello una buena preparación profesional es indispensable.
Su trabajo, les dijo, es todavía más difícil en esta era, “cuando el estudiante de bachillerato no está seguro sobre cuál carrera seguir o si lo que quiere estudiar le servirá.
“Si el alumno de licenciatura se pregunta si vale la pena continuar con el estudio, el esfuerzo y sacrificio que significa para él y su familia, si al terminar tendrá posibilidades laborales”, agregó.
Por ello, sostuvo Narro Robles, “contamos con ustedes para transmitir a nuestros estudiantes la convicción de que los actuales no son tiempos peores a otros que generaciones anteriores superaron. El futuro no está dado, todo se construye y a los jóvenes atañe cambiar lo que deba transformarse.
“Les toca, si los mercados no ofrecen suficientes lugares de trabajo, crear otros espacios o reformar los existentes para que nadie quede excluido; les corresponde cambiar al mundo si éste no tiene un lugar seguro y con futuro para todos”, subrayó.
Expuso que con la intervención sistemática de sus maestros la UNAM consolidará su papel como casa de educación y cultura en la que, además del cultivo del saber, se inculquen los valores que permiten la convivencia civilizada.
También, agregó, la participación ciudadana, la solidaridad con los que más requieren, el combate a la injusticia, la ignorancia y la desigualdad, al igual que el amor por la cultura, el arte y la belleza.
El rector agradeció a los docentes el hecho de que, al cumplir con su vocación docente, promueven una mejor sociedad. “En ustedes reside parte del alma y el espíritu de la universidad. Les reitero, con profunda convicción, mi más entusiasta felicitación”.
En la ceremonia 46 profesores e investigadores recibieron el reconocimiento al Mérito Universitario por 50 años de labor académica.