En el marco del Día Internacional del Trabajo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que la ocupación laboral joven en el país asciende a 8.8 millones.
De ellos, 6.8 millones no estudia pero se encuentra en el mercado laboral, dos millones combinan los estudios con el trabajo y 0.8 millones no estudia pero se dedica a buscar empleo.
Fuera de este rubro existen 2.8 millones que se dedican de manera exclusiva a las tareas del hogar por decisión propia, 0.4 millones que se dedican al hogar porque no tienen otra elección y a 0.2 millones no se les identifica en un rol permanente fuera o dentro del hogar.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), de los 52.1 millones de personas que constituyen la fuerza laboral activa del país, 32.4 millones son hombres y 19.7 mujeres.
En ese sentido, pese a que el promedio de escolaridad de las mujeres supera al de los hombres, éstas son minoría en los puestos de perfil profesional y técnico, sobre todo en aquellos en los que se ejerce supervisión y coordinación de otros trabajadores.
En ese sentido, abundó que la escolaridad promedio de los hombres es de 9.6 años cursados (algo más que la educación secundaria), en tanto que el promedio de escolaridad de la fuerza de trabajo activa femenina alcanza los 10 años.
Explicó que el promedio de edad de la fuerza laboral activa del país es de 38.7 años y ha tenido un incremento neto de 8.3 millones de personas desde 2005, no obstante, su crecimiento se ha desacelerado en los últimos dos años.
De esta manera, desde 2005 el número total de asalariados aumentó 26.8 por ciento y dicha ocupación, combinada con otros factores de la producción, generó 75.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que los trabajadores informales generan 24.8 por ciento del PIB.
Respecto a los sectores en los que se labora, el INEGI destacó que la estructura ocupacional del país es “terciarizada”, lo que significa que el grueso se concentra en el comercio o en las múltiples modalidades de prestación de servicios, acumulando 61.6 por ciento.
El resto lo conforman las manufacturas (16.0%), actividades agropecuarias y forestales (13.9%), construcción (7.7%) e industria extractiva (0.8%).
Respecto a la posición que se tiene en el trabajo, casi 68 por ciento de los ocupados son Trabajadores Subordinados Remunerados (TSR), 26.6 por ciento son empleados independientes y el resto auxiliares que apoyan a sus familiares o trabajadores independientes.
En cuanto a las actividades de tipo físico o manual, 26.6 por ciento de los TSR labora como trabajadores en procesos industriales o artesanales, 17 por ciento prestan servicios personales, 8.1 por ciento realiza actividades agropecuarias y 6.1 por ciento son conductores de algún tipo de vehículo.
En tanto que en el trabajo no manual se encuentran los oficinistas, que representan 11.8 por ciento del total de los TSR, 11.4 por ciento se ocupa de la clientela o la logística en los comercios y 10.6 por ciento se desempeñan como profesionales y técnicos.
De igual forma, 5.1 por ciento se desempeña como trabajadores de la educación y 1.8 por ciento tiene un rol como funcionario público o directivo.
Un lugar aparte lo ocupan los trabajadores que realizan actividades de protección, seguridad pública y vigilancia, y que representan 1.4 por ciento de los TSR.
Bajo la perspectiva de la jornada laboral, 3.4 por ciento de los TSR, es decir 1.1 millones, acumulan no más de 15 horas trabajadas a la semana.
Mientras que, en el otro extremo, 9.7 millones, lo equivalente al 28.8 por ciento, acumula más de 48 horas de trabajo a la semana.