En el marco del seminario “La Constitución, análisis rumbo a su centenario”, el Senado llevó a cabo una sesión solemne en el Recinto Parlamentario de Palacio Nacional, a fin de analizar los fundamentos filosóficos, históricos, políticos, la situación actual y perspectivas de la Carta Magna de 1917.
El presidente de la Mesa Directiva, Miguel Barbosa Huerta, convocó a fortalecer la unidad nacional en torno a la Constitución, como un esfuerzo conjunto en la lucha contra la pobreza, en favor de la equidad e igualdad, la consolidación de la democracia y la vigencia plena del Estado de derecho.
La unidad nacional, destacó, debe encontrar mecanismos que garanticen el bienestar de las familias y proyectar al país hacia el desarrollo y la prosperidad, así como combatir la corrupción, la impunidad y el autoritarismo.
Advirtió que México atraviesa por un momento complejo, que no es producto de los errores o la parálisis de uno solo de los Poderes.
Se trata, aseguró, de una combinación de situaciones coyunturales y estructurales que deben corregirse de fondo, donde los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial deben asumir sus responsabilidades.
“El dolor, la desconfianza y la inconformidad que se expresa en algunos sectores de nuestra sociedad tienen su origen en esas conductas antirrepublicanas que quebrantan la letra, el sentido y la finalidad de nuestro texto constitucional”, consideró.
A nombre del Senado de la República, Barbosa Huerta llamó a la ciudadanía para que el próximo 7 de junio ejerza su derecho a votar “sin presiones”. Particularmente, dijo, resulta relevante la participación de los jóvenes, que tienen la posibilidad de ejercer por primera vez ese derecho.
“Respetuosamente expresamos un exhorto a los partidos políticos a realizar campañas que contribuyan al fortalecimiento de nuestra democracia y a los candidatos a ceñirse a las normas electorales”, enfatizó el legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Con esta sesión solemne, el Senado expresa a la nación su voluntad de contribuir en la conmemoración del Centenario de la Constitución, no sólo como una ceremonia cívica, sino como parte de un proceso que fortalezca el pacto social y que conlleve a una reflexión profunda sobre la Carta Magna.
En 98 años y después de más de 500 reformas hechas a su contenido, “resulta necesario reflexionar sobre el espíritu que anima nuestro pacto social y nos lleva a una conclusión evidente: debemos ser capaces de preservar su esencia hacia un futuro compartido”, agregó.
En representación del presidente de la República, el secretario de Educación, Emilio Chuayffet Chemor, recordó que a principios del siglo pasado, México se vio en la necesidad de fortalecer su sistema político para garantizar la estabilidad de las instituciones, la seguridad de las personas y de su patrimonio.
De esta manera, en 1917 la Constitución estableció las bases para una nueva etapa en el país. En ella se plasmaron los logros que derivaron de una revolución política y se reconocieron los derechos sociales e individuales, así como la organización política del Estado y los instrumentos para la administración de la justicia.
Ahora, expresó, en el Congreso se alcanzaron los acuerdos políticos necesarios para impulsar reformas de gran calado en materia educativa, político-electoral, fiscal, telecomunicación y competitividad, entre otras que permitan dar sentido a la consolidación de la democracia, al ejercicio de los derechos y el fortalecimiento de la economía.
Mencionó que “no podemos ignorar los grandes y serios problemas que hoy aquejan al país y que requieren de la unión de nuestras voluntades y de los acuerdos de todas las fuerzas políticas para encontrar mejores respuestas a estos retos”.
A su vez, el presidente de la Cámara de Diputados, Julio César Moreno Rivera, aseguró que los integrantes de la LXII Legislatura han logrado la aprobación de “trascendentes reformas” y aseguró que la Constitución seguirá cambiando y transformándose para adaptarla a las circunstancias de los mexicanos.
Las modificaciones a la Carta Magna, continuó, seguirán para regular jurídicamente las nuevas situaciones, proteger con más eficacia los derechos humanos y fortalecer el sistema democrático de México.
“No podemos ignorar los grandes y serios problemas que hoy aquejan al país, los cuales requieren de la unión de voluntades y acuerdos de todas las fuerzas políticas, a fin de encontrar mejores respuestas a los retos que se presentan en estos momentos de profundas transformaciones”, añadió.
En tanto, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar Morales, manifestó que la razón del Estado es el pueblo, por lo que ninguna constitución, gobierno ni sistema de justicia, son posibles si no se sustenta en una real y concreta defensa y respeto a los derechos de las personas.
Aseveró que los gobiernos que emanan de la actual Carta Magna están obligados a respetar y defender esos derechos, mientras que los jueces de la República deben vigilar ese respeto y su cumplimiento efectivo.