Panamá.- La presencia de Cuba en la Cumbre de las Américas por primera vez en la historia marcó hoy la inauguración de la cita continental que se lleva a cabo en Panamá, enfocada en generar mecanismos de cooperación.
“Es la primera vez en la historia de América que se reúnen en torno a una misma mesa los jefes de Estado y de gobierno de las 35 naciones independientes de nuestro hemisferio”, dijo en la apertura el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
Aseguró que de esta manera se confirma que “el diálogo es el mejor camino para resolver las diferencias”.
En el mismo tenor, el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, en su discurso esta noche en el Centro de Convenciones Atlapa auguró una nueva etapa en las relaciones entre los países de América, por la asistencia inédita de Cuba, con su presidente Raúl Castro.
“Ha querido el destino que Panamá sea una vez más punto de encuentro para la búsqueda del diálogo y la paz en nuestro continente así como lo viera el Libertador Simón Bolívar hace 200 años”, dijo Varela.
“Felicito el coraje y la voluntad de los jefes de Estado que han dejado sus diferencias históricas en busca de acercamientos para buscar mejores días para sus países y nuestro continente”, abundó Varela.
En el discurso inicial, el Papa Francisco —a través de un mensaje leído por su enviado Pietro Parolin— llamó a los mandatarios a sostener un “diálogo sincero” durante la plenaria de mañana sábado.
Indicó el Papa que este tipo de reuniones, con el simbolismo de la posición geográfica de Panamá, llaman a “generar un nuevo orden de paz y de justicia y a promover la solidaridad y colaboración, respetando la justa autonomía de cada nación”.
La asistencia de Cuba a la Cumbre de las Américas se logró gracias al inicio el pasado 17 de diciembre del proceso para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
El hecho más esperado desde entonces por los países del continente es una reunión entre Castro y el mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, lo cual ocurrirá mañana, según anunció la Casa Blanca.
Previo a la ceremonia de este viernes, ambos tuvieron ya un primer saludo cuando se encontraron afuera del salón principal del Centro de Convenciones Atlapa.
En medio de sonrisas y una lluvia de flashes, Obama y Castro estrecharon sus manos en presencia de otros mandatarios y del secretario general de la ONU.
Ya en la ceremonia, se sentaron sólo separados por los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de El Salvador, Salvador Sánchez Céren.
Otros protagonistas en la ceremonia inaugural fueron una niña y un niño que fungieron como maestros de ceremonia, además que al final del acto intervinieron los “Niños cantores de Azuero” para interpretar sones panameños.
También al final, niños desfilaron ataviados con trajes regionales de los 35 países portando sus banderas.
“Que sus decisiones contribuyan a mejorar el futuro de las Américas, pensando que los niños somos el presente que garantiza un mejor futuro”, dijeron los noveles conductores de la ceremonia.
En medio de estrictas medidas de seguridad, que incluyeron el cierre de calles aledañas a la sede de la cumbre y hoteles donde se hospedan los mandatarios, la reunión continental se prolongará hasta el sábado con la sesión de trabajo de los gobernantes.
La cumbre fue antecedida por foros de la sociedad civil, de empresarios, de jóvenes y rectores de universidades, mientras de forma paralela grupos de izquierda celebraron la llamada Cumbre de los Pueblos en la Universidad Nacional.
Las propuestas de los mandatarios estarán enfocadas en el lema central del encuentro: “Prosperidad con equidad: El desafío de cooperación en las Américas”, con el fin de generar ideas para mejorar las condiciones de vida de los americanos.
Los retos de la región son combatir la desigualdad, el crimen organizado, el flagelo de la drogas a través del mejoramiento de la infraestructura y los servicios públicos, remató el anfitrión Varela.