Ankara.- Un avión de Turkish Airlines, con destino a Portugal, se vio hoy obligado a regresar a la ciudad de Estambul, por la presencia de una “maleta sospechosa”, en lo que representa el tercer incidente de este tipo en los últimos días en vuelos de esa línea.
El vuelo TK1759, con 170 pasajeros a abordo, aterrizó poco antes del mediodía de este miércoles en el Aeropuerto Internacional Atatürk de Estambul, de donde había despegado poco antes con destino a la capital portuguesa, según un reporte de la edición en línea del diario Hurriyet.
Una portavoz de la aerolínea, la cuarta más importante de Europa, explicó que el avión regresó como una medida de seguridad, luego de que la tripulación encontró en su interior un “maleta sospechosa” abandonada, cuando se disponían a servir alimentos a los pasajeros.
Los 170 pasajeros abordaron otro aparato para continuar su viaje hacia Lisboa, mientras expertos ingresaron a la aeronave afectada para revisar la maleta sospechosa, destacó la vocera, sin dar más de detalles.
El piloto del avión decidió regresar a Estambul como medida de precaución, ante las amenazas de bomba que han registrado otros vuelos de la compañía área, que aunque han resultado ser falsos, ha obligado a Turkish Airlines a extremar su seguridad.
Esta es la tercera vez en lo que va de la semana que un vuelo de Turkish Airlines es forzado a cambiar su curso, por la sospecha de que pudieran ser blanco de un atentado terrorista, ante la posibilidad de que hubiera explosivos abordo.
El lunes pasado, el vuelo TK15 con destino a Sao Paulo, Brasil, aterrizó de emergencia en la ciudad marroquí de Casablanca, después de que una nota con la palabra “BOMBA” fue encontrada al interior de uno de los baños.
Tras una revisión minuciosa y confirmarse que no había ningún explosivo a bordo del avión, los 250 pasajeros y seis tripulantes retomaron su viaje hacia Brasil.
Turkish Airlines destacó que se realizó el aterrizaje de emergencia, como una medida preventiva y siguiendo los procedimientos internacionales de respuesta ante circunstancias de este tipo.
El domingo pasado, el vuelo TK54, que cubría la ruta de Estambul a Tokio, fue obligado a regresar momentos poco después de despegar del aeropuerto de Ataürk, luego de que la tripulación recibió un mensaje sobre que “una carga de C-4 (un poderoso explosivo)” estaba a bordo.