Caracas.- Ante la falta de medicinas y los inminentes decesos, los médicos venezolanos de la red pública de salud luchan cada día para que se les dote de los insumos necesarios que garanticen la vida de los pacientes.
“El año pasado vivimos la suspensión del servicio de cirugía cardiovascular por la muerte de 20 pacientes”, dijo el médico cardiólogo Jesús Velásquez, presidente de la Sociedad Médica de Internos del Hospital Universitario de Caracas (HUC).
El galeno realizó su carrera en la Universidad Autónoma de Guadalajara, en México, sin embargo deció regresar a Venezuela para hacer su postgrado y continuar con su formación.
Velásquez asegura que cuando llegó al país quedo sorprendido ante los numerosos inventos que realizan los médicos en los hospitales para poder sortear la crisis y cumplir con su misión de los galenos, salvar vidas.
“El médico venezolano es muy ingenioso. Cuando yo llegue vi inventos para resolver los problemas del día. Por ejemplo si hay que insertar una vía central, colocan un yelco en la vena yugular externa, dijo.
Agregó que vio profesionales que suturan sin equipos porque no hay. Para hacer una pericardiocentesis o una toracocentesis los médicos resuelven con una jeringa, una llave de tres vías, un macrogotero y un frasquito de refresco comercial.
“Ese no es el deber ser, ya que hay que hacer las cosas con el menor riesgo posible para el paciente, pero lamentablemente no existen en el hospital los kits para realzar esos procedimientos”, resaltó.
Velásquez informó que hace poco reabrieron el servicio de cirugía cardiovascular que estuvo cerrado a raíz de la muerte de los 20 pacientes, con material para operar a 50 personas, pero ahora tenemos el cierre técnico de la Unidad de Terapia Intensiva.
“Los médicos residentes que allí laboran no tienen guantes ni jeringas, ni gasas arteriales, que es una herramienta básica para los pacientes que están en ventilación mecánica, y no cuentan con antibióticos de amplio espectro. En esas condiciones no se puede enviar a nadie a quirófano”, se quejó.
Indicó que al hospital se le aprobó un 20 por ciento del presupuesto establecido.
Pero denunció que, eso da para funcionar como máximo hasta abril, por eso no hay para comprar insumos, y aunado a ello tienen más de 600 millones en deuda con proveedores que no despachan más si no les pagan.