El senador Arturo Zamora Jiménez advirtió que el Senado de la República no debe convertirse en un tribunal en los procesos para ratificar a ministros, embajadores, cónsules y otros cargos, porque esto debilita la credibilidad del Poder Judicial.
“Con actitudes de denostación, de descalificación en que incurren algunos legisladores, sólo se apuesta por construir la destrucción de instituciones del país y se debilita la credibilidad del Poder Judicial”, expuso en un comunicado.
El vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado, aseveró que el Poder Judicial “debe mantener su autonomía e independencia, que es determinante para la estabilidad política, económica y social del país”.
En un comunicado, el legislador priista lamentó la serie de adjetivos y descalificaciones contra personajes como Eduardo Medina Mora, magistrados electorales, embajadores y cónsules que han sido denostados y prácticamente enjuiciados por senadores cuando comparecen.
“El Senado no es un tribunal de alzada. Esa no es nuestra función. Debemos analizar con cuidado las trayectorias, el currículum, la experiencia, si cumplen con los requisitos para ser elegibles a determinado cargo.
“Pero sin incurrir en excesos que debilitan a otros poderes, incluso afectan la credibilidad de funcionarios que serán los representantes de México en otros países”, añadió.
Zamora Jiménez indicó que los tres candidatos propuestos por el Ejecutivo federal para ocupar un lugar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) -Eduardo Medina Mora, Horacio Hernández y Felipe Fuentes- cumplen con lo establecido en el Artículo 95 constitucional.
Es decir, en honorabilidad y trayectoria para el desempeño de estas funciones y será el pleno con una mayoría calificada quien decida en este tema.
Insistió en que en esos procesos de selección no se debe incurrir en descalificaciones personales, en revivir temas o asuntos en donde los funcionarios que aspiran a la ratificación no beneficiaron a determinado sector, partido, gobierno o grupo político.
“No es lo mejor para las instituciones ni para las personas buscar manejar a la opinión pública de una manera tendenciosa, porque si los cargos presentes o futuros tuviesen que ser resueltos en función de opiniones que muchas veces están motivadas por información tendenciosa, entonces se afecta, sin duda alguna, a las instituciones”.