La misión central de esta generación es construir una política de Estado con amplio apoyo social y político para enfrentar hambre, desnutrición y pobreza, afirmó el consultor de la FAO para temas de seguridad alimentaria, Gustavo Gordillo de Anda.
El representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) enfatizó que la alimentación es tan estratégica que no puede quedar al arbitrio de los mercados, a la buena vibra de los gobernantes o a los vaivenes de las coyunturas políticas.
Al participar en el coloquio “Una cruzada abierta, de la evaluación a la acción”, el también miembro del Comité de Expertos de la Cruzada Nacional contra el Hambre subrayó que “México no es una potencia agrícola”.
Sin embargo, aseguró que apoyando a la agricultura familiar “pueden reducirse la pobreza, la desnutrición, la desigualdad y aumentar el ingreso, la producción, el empleo y la productividad, con lo cual se vincularía el derecho a la alimentación con la soberanía alimentaria”.
Explicó que aumentar la productividad de los sistemas agrícolas familiares de pequeña escala detonaría un círculo virtuoso de incremento de productos, de ingresos y de nivel de vida.
Es por ello que consideró imperativo “acabar con la desigualdad y construir una política de Estado con amplio apoyo social y político para enfrentar hambre y desnutrición. Esa, consideró, es la misión central de esta generación.”
Enfatizó que el compromiso de la comunidad nacional contra el hambre “es para hoy, pero quienes no se encuentran en esas inaceptables condiciones también enfrentan la urgencia de la obra”.
El académico de la Universidad Nacional Autónoma de México destacó que no existen soluciones mágicas ni fórmulas prefabricadas para resolver los graves problemas de la pobreza y la desigualdad en México.
Al referirse a las evaluaciones realizadas a la estrategia de la Cruzada Nacional contra el Hambre, consideró que sirven para documentar con verdad las dimensiones del hambre y la pobreza en el país.
Asimismo ayuda a percibir los avances en el diseño e instrumentación de las políticas públicas y el esfuerzo que aún se requiere, pero esto debe ser acompañado de la esperanza de que, con el concurso de todos, pueden salvarse obstáculos y escollos.