El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Emilio Chuayffet Chemor, llamó a privilegiar en todo momento el diálogo y hacer de ese instrumento la mejor arma y el pase al futuro.
Al hablar en la Biblioteca de México durante la entrega de la medalla “Félix Fulgencio Palavicini”, el funcionario federal resaltó que esta práctica debe ser “nuestro más firme asidero, nuestro pase al futuro y en definitiva nuestra más apasionada convicción en el presente”.
Desde la antigüedad, la educación ha abrazado el arte de convencer como una disciplina que forma seres humanos libres y plenos, siendo la responsabilidad, la honestidad y la justicia valores y en los que el habla encuentra impulso para trascender.
Acorde a este ideal, oratoria y reforma educativa privilegian el desarrollo de la expresión oral y de la escrita, de la mano de principios que fomentan la consolidación de una conciencia cívica.
Para alcanzar una verdadera formación de calidad con equidad, se acerca a los alumnos los medios necesarios para adquirir aprendizajes útiles y desarrollar sus capacidades.
“La elocuencia forma la mente, el espíritu y quizá más importante, el carácter. Quien se presenta ante una multitud sin más armas que sus ideas, no sólo enfrenta a quien lo mira sino que se enfrenta a sí mismo”, aseguró.
El encargado de la política educativa en el país insistió en que la palabra es ejercicio espiritual que hace a la voz vehículo para que ideas, creencias y pasiones conmuevan al mundo.
“El lenguaje construye lo que la mente concibe”; a él debemos nuestra realidad porque es al mismo tiempo origen y destino”, enfatizó Chuayffet Chemor.
Como una larga tradición en el país, los certámenes de oratoria han permitido a la niñez y a la juventud singularizar su voz, discutiendo los temas centrales de nuestra circunstancia, puntualizó.