Canberra.- El primer ministro de Australia, Tony Abbott, anunció hoy que promoverá cambios a la legislación a fin de castigar a quienes inciten al odio racial, religioso o se vean envueltos en casos de terrorismo.
Nosotros no podemos permitir que gente mala se aproveche de nuestra bondad para atacarnos, dijo este lunes en una declaración de Seguridad Nacional en los cuarteles de la Policía Nacional de Australia.
Enumeró que en casos de doble nacionalidad se suspenderá o revocará la australiana, quienes peleen contra Australia recibirán como castigo la pérdida de su nacionalidad y también sus privilegios si se involucran en terrorismo.
Se restringirá la capacidad para abandonar o regresar al país, el acceso a los servicios consulares, así como a los pagos de seguridad social, señaló de acuerdo a un reporte de la Australian Broadcasting Corporation (ABC).
En referencia directa a la organización Hizb ut-Tahrir, autodefinida como pacífica pero que se teme incita a la juventud australiana a luchar por el Islam, dijo que habrá leyes más severas contra sus predicadores de odio.
También anunció cambios al actual sistema de alertas terroristas, el nombramiento de un coordinador nacional contra el terrorismo, el desarrollo de una estrategia para enfrentar este problema, y aumentos presupuestarios para las agencias involucradas.
De acuerdo al propio Abbott, unos 90 australianos pelean con grupos terroristas en Irak y Siria, de los cuales cerca de 30 han regresado al país, mientras unas 140 personas en Australia apoyan de manera activa a esos grupos.
Por su parte, el líder opositor Bill Shorten pidió no apresurarse en el cambio de leyes, pues apresurarse y actuar de manera confusa no son amigos de una buena y sensible seguridad en el futuro.
Empero, reiteró que está comprometido de manera constructiva en la lucha contra el terrorismo.