El Cairo.- La Fiscalía de Egipto ordenó hoy la detención formal de 21 personas por su participación en los disturbios y enfrentamientos con la policía ocurridos el domingo pasado en el estadio de El Cairo, que provocaron una estampida y dejaron 22 muertos.
Los detenidos están acusados de atacar al personal de seguridad, destrozar carros de la policía y servicios públicos, además de bloquear una carretera e “incitar el terror y el pánico entre los transeúntes”, dijo el fiscal general, Mohamed Seif.
El Ministerio egipcio del Interior precisó que los enfrentamientos con la policía se produjeron después de que los aficionados del club de fútbol Zamalek trataron de ingresar al estadio sin pagar su entrada, por lo que en cuestión de minutos se originó la estampida.
La fiscalía egipcia informó la víspera que la muerte de las víctimas -seguidores del Zamalek- se debió a una estampida, descartando que las muertes fueran causadas por disparos o asfixia por los gases lacrimógenos lanzados por la policía.
Detalló que las víctimas sufrieron fracturas de cuello y heridas en la cara y el pecho que provocaron las muertes, según el diario egipcio “Al Ahram”.
Sin embargo, un informe preliminar de la Autoridad Forense de Egipto sugirió que las víctimas murieron por la asfixia provocada por la inhalación de los gases lacrimógenos disparados por la policía.
El grupo de los “Caballeros blancos”, como se conoce a los ultras del Zamalek, denunció que la policía rodeó con alambradas los accesos al estadio y lanzó gases lacrimógenos causando desmayos y síntomas de asfixia entre los aficionados.
Ante la diversidad de versiones, el presidente egipcio, Abdelfatah al-Sisi, ordenó una investigación completa de las circunstancias en las que ocurrieron los hechos.
Según el Ministerio egipcio de Sanidad, 19 personas murieron en la avalancha y enfrentamientos, sin embargo la Fiscalía General cifró en 22 los fallecidos.
La Asociación de Fútbol de Egipto (EFA) anunció una compensación de 25 mil liras egipcias (casi tres mil 300 dólares) a los familiares de cada una de las víctimas.
En 2012, Egipto también suspendió el torneo por un año después que 74 aficionados murieron en disturbios durante un partido en Port Said.