Cancún.- La doctora Beatriz García Robles señaló que Quintana Roo está clasificado como una de las entidades con mayor rezago en la atención a los niños con cáncer, porque sólo cuenta con un oncólogo y un hematólogo pediatra.
La especialista del Cancún Oncology Center dijo que la falta de detección a tiempo del cáncer en los menores provoca que las enfermedades avancen y se requieran de otro tipo de atención que no hay en la entidad.
Agregó que en algunos casos los tratamientos llegan a costar de un millón a 1.5 millones de pesos.
“En todo Quintana Roo hay sólo un oncólogo pediatra y un hematólogo pediatra, entonces justamente eso deja una parte de la población descubierta sobre todo las personas detectadas en la zona norte del estado”, expuso.
En el marco del Día Internacional del Cáncer Infantil que se conmemora el 15 de febrero, reportó que en la zona norte del estado reciben atención de manera regular de 20 a 30 niños con diagnóstico de cáncer, donde el hospital de tratamiento es externo.
Eso, detalló, significa que los pacientes tienen que viajar a la capital del país a atenderse ya sea con especialistas de la ciudad de México o del Estado de México, mientras que otros acuden a los sistemas de salud de Yucatán o de Campeche.
“Pero hay niños que no tienen tanta suerte y cuando tienen complicaciones por la quimioterapia entonces tienen que trasladarse de emergencia con todo lo que implica”, lamentó.
“Hablamos de menores que padecen náuseas, les han bajado sus defensas, o están con deterioro de sus condiciones y que en ese momento tienen que tomar un avión a la ciudad de México o a otros lugares o viajar en coche para ser atendidos”, apuntó.
Consideró que tener más especialistas en Oncología y mayor infraestructura en ese rubro permitiría dar un apoyo local a todas esas personas, para que no sea necesario trasladarse a otro sitio y mantenerse cerca de la familia.
En el Hospital Galenia de esta ciudad se cuenta con el único acelerador lineal en la entidad que evita que los infantes tengan que ir a otros sitios, abundó García Robles.
Adelantó que próximamente firmarán una alianza con la Asociación “Aquí nadie se rinde” para que los que requieran tratamiento contra el cáncer puedan recibirla y que los gastos los absorbería en gran parte la agrupación mediante donativos.
La dinámica migratoria de la población y la falta de lugares de atención impide tener una cifra de casos, pero en este momento se recopila a través del DIF estatal esa información con las fundaciones, para tener datos un poco más precisos.
“Es muy difícil obtener una cifra exacta (de casos) sobre todo por ser una población flotante, mucha gente cuando es diagnosticada con cáncer se regresa a sus lugares de origen para recibir ayuda de su familia y porque es un entorno ya conocido”, apuntó.
La especialista manifestó que la “gran punta del iceberg” para enfrentarse al tema del cáncer infantil es que la gente, los padres, los mismos niños y sobre todos los médicos y enfermeras conozcan los principales signos, y síntomas del padecimiento.
“Esa situación nos permite tener un diagnóstico oportuno que puede ayudar a salvar vidas. No es posible que se tengan casos de niños con seis meses y hasta un año sin recibir un diagnóstico y cuando lo tienen a veces el mal ya está muy avanzado”, subrayó.