Ginebra.- Más de dos millones de personas corren riesgo de enfrentar una crisis de seguridad alimentaria en América Central debido al impacto de las sequías, alertó hoy aquí el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas.
“El PMA está preocupado por el impacto combinado que una sequía severa y prolongada está teniendo en la seguridad alimentaria y la nutrición de las familias en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua”, dijo en rueda de prensa la portavoz del PMA, Elisabeth Byrs.
Según los análisis del PMA, “más de dos millones de personas en América Central se ven afectados y en necesidad urgente de asistencia alimentaria”.
El periodo de sequía y el retraso de las lluvias durante el primer ciclo de cultivo de 2014 afectaron la situación de la seguridad alimentaria de los hogares más vulnerables en zonas de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, en especial en el Corredor Seco, propensa a la sequía compartida por estos países.
A raíz de ello, “Guatemala y Honduras declararon el estado de emergencia en las zonas afectadas y el PMA ofreció asistencia a los gobiernos en la prestación de asistencia alimentaria a las poblaciones afectadas”, recordó Byrs.
Señaló que Guatemala, Honduras y El Salvador pidieron al PMA y a otras agencias de la ONU y las ONG asociadas llevar a cabo una Evaluación de Seguridad Alimentaria de Emergencia (EFSA) a finales de 2014 para aprender más sobre el impacto de la sequía a largo plazo.
Según el PMA, en Guatemala 874 mil personas se han visto afectadas por la crisis de seguridad alimentaria, 682 mil en Honduras, 85 mil en El Salvador y calculan que en Nicaragua 460 mil requieren asistencia alimentaria.
La EFSA informó que luego de las pérdidas, muchas familias recurrieron a estrategias de supervivencia negativas, tales como la reducción de los gastos en salud y educación y el consumo de las reservas de semillas.
Asimismo la disminución de los gastos en insumos agrícolas, la mendicidad, la venta de ganado de cría y venta de la tierra y la migración.
“Las familias señalaron que la migración de al menos un miembro de la familia durante los dos meses anteriores a la evaluación del PMA varió de 12 por ciento en Guatemala, 10 por ciento en Honduras y 5.0 por ciento en El Salvador”, indicó Byrs.
“Esto no incluye a familias enteras que pueden haber emigrado antes de haberse llevado a cabo la evaluación”, precisó.
“Es claro que los niveles significativos de necesidad continuarán hasta la próxima cosecha en agosto de 2015”, valoró.
Finalmente Byrs subrayó que aunado a la crisis alimentaria que se desarrolla en la región, el PMA tiene un déficit de financiación urgente de 20 millones de dólares para poder proporcionar ayuda y alimentos esenciales a la población afectada en los próximos tres meses, lo que pondría en riesgo a los más vulnerables.