Washington.- La Casa Blanca minimizó hoy la controversia generada por la decisión de la primera dama Michelle Obama de no cubrirse la cabeza durante su breve visita a Arabia Saudita.
El vocero presidencial Eric Schultz desestimó que la decisión fuera una declaración política frente a los rígidos preceptos religiosos de la sociedad saudita, al apuntar que ese ha sido el proceder de otras mujeres que ocupan altos cargos y que han visitado ese país.
“Todo el vestuario de la primera dama en este viaje fue consistente con el que otras primeras damas han usado en el pasado, (como) la primera dama Laura Bush”, recordó Schultz en conferencia de prensa.
Resaltó que ese fue el mismo tipo de vestuario que usó la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en sus visitas a Arabia Saudita, así como la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, “incluyendo otros miembros de la delegación de Estados Unidos en su momento”.
Schultz enfatizó en cambio la recepción de que fueron objeto la primera dama y el presidente Barack Obama por parte del rey Salman, sucesor de Abdulá bin Abdelaziz, fallecido la semana pasada.
“Ella siente que fue recibida con afecto por el rey. Tuvieron una buena discusión que incluyó ponerse al día sobre sus familias, así como la nueva escuela que el rey construyó para ayudar a educar a 60 mil mujeres”, dijo el portavoz de la Casa Blanca.
Durante su breve visita a Riad, la capital saudita, la primera dama apareció con ropas largas y holgadas y sin la cabeza cubierta, lo que fue considerado en algunos ámbitos como una falta de cortesía ante los cánones del islam en esa nación.
Imágenes de televisión mostraron una escena captada dentro del palacio real en la que se observa cómo varios funcionarios y miembros de la familia real, después de saludar de mano a Obama, pasan delante de la primera dama sin ofrecerle ese gesto.