Washington.- La baja en los índices de desigualdad que Latinoamérica registró la pasada década representa un reto a los gobiernos de la región para mantenerla y traducirla en mejores niveles de vida y oportunidades para las clases menos favorecidas, dijeron aquí expertos.
La interrogante es si “hay signos de alerta respecto a los indicadores de desarrollo en Latinoamérica o áreas donde se requiera fortalecer políticas”, dijo Augusto de la Torre, economista en jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Hizo notar que la reducción de la desigualdad se ha traducido hasta ahora en una disminución en los niveles de pobreza, pero si bien hay un crecimiento en el empleo, su calidad deja mucho qué desear.
Al hablar aquí durante una presentación organizada por el Centro Woodrow Wilson, De la Torre mostró un cuadro comparativo según el cual, el crecimiento en el empleo en países como México y Colombia ha sido mayor en áreas no especializadas, con excepción de Chile.
“Lo que esto nos dice es que la creación de empleos se está concentrando en áreas que no requieren una alta especialización”, dijo.
El desempeño de Chile parece sugerir que las autoridades apuestan no sólo a ampliar el acceso de la educación superior, “sino en educación de calidad”.
El especialista citó estudios recientes que han mostrado que si bien el acceso a la educación superior se ha ampliado, la calidad es tan baja que ha dado lugar a que algunos expertos se refieran a éstos como “universidades de garaje”.
“La reducción en general es una buena noticia, pero necesitamos entender por qué, de manera que tengamos una discusión seria sobre lo que necesitamos hacer en el futuro para continuar viendo un crecimiento en el ingreso”, dijo.
Para De la Torre, el factor más importante en la reducción de desigualdad es el empleo, y uno de los retos al evaluar este fenómeno “es saber qué tipo de empleos vamos a crear en el futuro”.
Ángel Melguizo, jefe del Departamento para América Latina y el Caribe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE), dijo que otras de las interrogantes que enfrentan los países en este sentido “es qué tan sostenible será esta reducción”.
“Podemos decir que la sustentabilidad es la gran duda, pues en términos de educación los resultados no muy buenos, ni tampoco en términos de empleos”, dijo.