Río de Janeiro.- Las escasas precipitaciones registradas en el sudeste de Brasil y el alto consumo de energía por la canícula generaron temor a que el gobierno imponga un racionamiento de energía, dos días después de que un consumo récord provocara cortes en el suministro de 11 estados brasileños.
El ministro de Minas y Energía, Eduardo Braga, dijo la víspera que el país utilizará centrales termoeléctricas suplementarias para aumentar el suministro en mil 500 MW, después de que el lunes tres regiones de Brasil sufrieran cortes que afectaron a 11 estados, entre ellos Río de Janeiro y Sao Paulo, como consecuencia de una falla en el sistema.
El ministro aseguró que no habrá racionamiento, y dijo que el sistema eléctrico brasileño es “robusto” y “confiable”, pero analistas y expertos señalan que los problemas del sector eléctrico brasileño podrían estar vinculados a la falta de inversiones de los últimos años y a la acuciante sequía que no remite.
Con lluvias que, en algunos estados como Sao Paulo, se encuentran en niveles mínimos de los últimos 70 años, algunas consultoras especializadas como PSR y Thymos Energía señalan que no se debe descartar la posibilidad de un racionamiento.
Thymos Energía estima que hay un 40 por ciento de riesgo de que se produzca un racionamiento de energía en la séptima mayor economía del planeta, con el impacto que ello podría tener para el Productor Interior Bruto (PIB) del gigante sudamericano.
“La única alternativa para evitar un colapso en el sistema es controlar la demanda. Y el consumidor tendrá que ejercer ahí su papel, por patriotismo o por imposición de reglas que estimulen la reducción del consumo”, indicó por su parte Raimundo Batista, de la empresa comercializadora de energía Enecel Energía, citado este miércoles por el diario Valor.
En un país donde en torno al 80 por ciento de la electricidad que se produce proviene de del sector hidroeléctrico, la escasez de lluvias, pero sobre todo la falta de inversiones en mantener la infraestructura generadora, puede tener un gran impacto para la industria y la economía, en momentos en que el verano en el hemisferio sur provoca una gran presión en la demanda.