Washington.- La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, advirtió hoy que la economía global enfrenta “muy fuertes vientos en contra” pese al impulso generado por la baja en los precios del petróleo.
Lagarde, cuya institución develará la próxima semana sus proyecciones actualizadas sobre el crecimiento de la economía global, sostuvo que el descenso de los precios de los energéticos ha representado un empuje para la economía internacional.
“La pregunta obvia es: ¿deben los precios más bajos del petróleo y una recuperación más fuerte en Estados Unidos hacernos más optimistas de las perspectivas de la economía global? La respuesta más probable es ‘no’ ”, subrayó.
En un discurso ante el Consejo de Relaciones Exteriores, Lagarde destacó los aspectos positivos de la reducción de los precios del petróleo, incluido el aumento del poder adquisitivo de los consumidores y de la demanda interna en los países importadores.
“Dependiendo de cuánto tiempo permanecen los precios del crudo a estos niveles bajos, esto podría proveer una contribución positiva al crecimiento global por algún tiempo”, argumentó.
No obstante sostuvo que la caída del precio del crudo y la recuperación de la economía estadunidense no son la cura para las debilidades que experimentan varias partes del mundo.
Lagarde indicó por ejemplo que demasiados países aún arrastran el lastre de la crisis financiera, incluyendo altos niveles de deuda y de desempleo.
Asimismo, advirtió que muchas empresas mantienen posiciones reservadas en términos de inversión y consumo respectivamente, debido a su preocupación por un bajo crecimiento futuro.
Aunque destacó la existencia de una recuperación promisoria en Reino Unido, señaló que el crecimiento sigue siendo bajo en la zona del Euro, mientras que economías emergentes como China están experimentando una desaceleración económica.
Lagarde señaló que la caída del precio del petróleo y de otras materias primas han agregado los riesgos para países como Nigeria, Rusia y Venezuela, que enfrentan –dijo- “fuertes presiones cambiarias”.
“Dadas las dimensiones de estas economías, los recientes sucesos pueden tener significativos efectos regionales”, estimó.
Lagarde recomendó en ese sentido a los países exportadores de petróleo amortiguar el impacto de la caída del precio del crudo.
Destacó que algunos países están usando sus reservas y déficits fiscales para ajustar gradualmente el gasto público, mientras que otros han recurrido a la depreciación sustantiva de sus divisas, aunque señaló que ello implica el riesgo de inflación.
Finalmente, Lagarde se declaró “profundamente decepcionada” de que Estados Unidos no hay ratificado las reformas de 2010 y sugirió que los líderes políticos no han sabido apreciar los beneficios de las reformas para su país y el resto del mundo.