El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) dio a conocer en su página de Internet el Programa de Mediano Plazo para la Evaluación del Servicio Profesional Docente 2015-2020.
El documento explica que el Programa tiene el propósito de definir las bases jurídicas, conceptuales y metodológicas, así como las rutas de trabajo operativo para llevar a cabo los procesos de evaluación a los que se refiere la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD).
Establece los objetivos, las líneas de acción y el calendario de las actividades para cada proceso de evaluación y los subprocesos contenidos en ellos, que se desarrollarán con base en los lineamientos que el Instituto emitirá de acuerdo con el marco de sus atribuciones legales.
Ese Programa es el resultado de diferentes definiciones estratégicas y tácticas tomadas de manera conjunta por el INEE y la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD) a partir de las consultas y aportaciones de diferentes autoridades de educación básica y media superior.
Respecto a las metas para este año, informa que se harán análisis, estudios y consultas que apoyen la planeación y congruencia del diseño, la implementación y el seguimiento del Concurso de Oposición para el Ingreso al Servicio Profesional Docente en la Educación Básica y Media Superior.
También la publicación del calendario anual de actividades para la implementación del Concurso de Oposición y de los Lineamientos y Criterios técnicos correspondientes para llevar a cabo la evaluación del Ingreso al Servicio Profesional Docente en la Educación Básica y Media Superior.
También la ejecución del calendario anual y de los lineamientos y criterios técnicos publicados, y la realización del Concurso de Oposición 13.
Además, la asignación con estricto apego a las listas de prelación emanadas de los Concursos de Oposición, de todas las plazas de nueva creación, las vacantes definitivas disponibles y las que se generen durante el ciclo escolar respectivo, de origen estatal y federal, correspondientes a funciones docentes y técnico docentes en la Educación Básica y Media Superior.
Otra meta para 2015 incluye la primera Evaluación del desempeño del personal docente y técnico docente que ingresó al Servicio Profesional Docente en el ciclo escolar 2014-2015.
La asignación e implementación de apoyos y programas pertinentes al personal que ingresó al Servicio Profesional Docente, con base en los resultados de la primera evaluación del desempeño y a fin de fortalecer sus capacidades, conocimientos y competencias.
El INEE señaló que la evaluación del Servicio Profesional Docente se deberá regir por los principios que ha definido para orientar su actuación y darle sentido a las diferentes tareas que le atribuyen la Constitución y las Leyes.
El primer principio subraya el propósito de la evaluación: la mejora educativa, el cual sostiene que ésta debe permitir retroalimentar a los sujetos evaluados y a las instituciones, los sistemas y los subsistemas que la gestionan.
El segundo principio alude a la equidad, y supone que la evaluación permitirá orientar decisiones de política que apunten a revertir la tendencia natural de los sistemas e instituciones educativas a reproducir la desigualdad existente en el entorno social.
El tercer principio señala que la evaluación debe ser justa, respetando en todo momento los derechos de las personas.
Así, la evaluación de los docentes, como se indica en el calendario del sistema, establecerá tiempos de evaluación que permitan que, por ejemplo, el docente que no ha alcanzado el puntaje mínimo en una primera evaluación lo logre en una segunda y tercera oportunidad.
Eso se logrará en la medida en que las evaluaciones sean técnicamente sólidas y que las decisiones que derivan de ellas no trasciendan los propósitos para los cuales fueron diseñadas.
El cuarto principio subraya la necesidad de reconocer, valorar y atender la diversidad.
Ese principio sostiene que los sujetos educativos, incluso al interior de una misma escuela o aula, son diversos entre ellos, lo cual no puede verse como un problema ni como un pretexto para la homogeneización educativa.
Así, la evaluación supondría tomar en cuenta las diferencias contextuales y culturales, tanto para orientar lo que se evalúa como la interpretación de la evaluación.
El quinto principio es el de la participación, y señala que en la medida en que se logren consensos entre los sujetos evaluados y qué hacer con los resultados de la evaluación, se logrará que ésta no solo se acepte, sino que se vea como oportunidad para crecer y mejorar.