El ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez urgió a los integrantes del Servicio Exterior Mexicano a ubicar a los derechos humanos y la atención especial a víctimas de violación de estas garantías en el centro de toda administración pública.
Al participar como ponente en la 26 Reunión de Embajadores y Consulares, consideró que es mucho lo que se puede hacer para lograr una mejor defensa y protección de los derechos humanos, tarea que debe asumirse como compromiso de todos, tanto en México como en el extranjero.
“Las embajadas y consulados ejercen funciones de vital importancia para que los mexicanos hagan efectivos sus derechos en otros países y expreso la disposición de la CNDH para emprender acciones conjuntas”, destacó en un comunicado distribuido al terminar su intervención.
González Pérez aclaró que el ejercicio cabal de las atribuciones de la CNDH no pretende debilitar sino fortalecer al Estado mexicano, mediante los señalamientos de las violaciones a derechos humanos en que incurran sus autoridades y funcionarios.
El derecho fortalece al Estado democrático, “su aplicación rigurosa para corregir los errores en que incurran los servidores públicos, fortalece la credibilidad y legitimidad de las instituciones”, enfatizó.
Aseveró que la suma de esfuerzos y la colaboración institucional puede influir positivamente en la solución de casos como los de niños y niñas que emigran solos a Estados Unidos, o que quedan en desamparo y orfandad en ese país cuando sus padres son repatriados por motivos migratorios.
El ombudsman advirtió que el fructífero activismo internacional que tiene México en la presentación y seguimiento de iniciativas en diversos foros no se ha traducido adecuadamente en el plano interno.
Esto, consideró, ha contribuido a la desconfianza y falta de credibilidad en las instituciones del Estado, incluida la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Por ello, urgió a realizar un ejercicio autocrítico, con el propósito de buscar mecanismos para hacer compatibles el discurso exterior con la política interior en la materia.
Enfatizó también que los desafíos impulsan a dejar atrás viejas estructuras del mundo jurídico para dar paso a un derecho más funcional, flexible y con perspectiva internacional.
Esto basado en estándares internacionales de normas de derechos humanos y en normas no vinculatorias, como las Observaciones Generales de tratados, resoluciones y directrices de organismos internacionales y los parámetros de la Jurisprudencia Internacional.
Reiteró que la situación de los derechos humanos atraviesa por un periodo de crisis en algunas partes del país, ante la cual la sociedad demanda acciones inmediatas y efectivas que den cauce y respuesta a sus exigencias de justicia, legalidad y respecto pleno a la dignidad humana.
González Pérez puntualizó que la compleja situación de México en materia de derechos humanos hace que asuntos como la tortura, la ejecución extrajudicial, la migración, la discriminación, el ataque a periodistas, la trata de personas, y otros, requieran atención y seguimiento especial durante el año que comienza.