Cuando una persona tiene mala circulación cerebral, manifiesta diversos síntomas que ponen en evidencia el riesgo de que se les presente un infarto del cerebro y les deje secuelas permanentes de grado variable.
En otras Corazonadas les he hablado de algunos síntomas que son premonitorios de una lesión cerebral permanente, como ocurre con el síncope o el vértigo, que en algunos pacientes pueden evidenciar el riesgo de que tengan un infarto cerebral.
Existen una enorme variedad de síntomas neurológicos transitorios que tienen la misma importancia, pues todos son originados por la mala circulación hacia el cerebro y dependerá de la zona afectada, el síntoma resultante.
Entre los síntomas ya conocidos están: alteraciones del razonamiento, confusión, pérdida de la fuerza de medio cuerpo o una extremidad, pérdida del equilibrio, incapacidad para leer o escribir, imposibilidad de deglutir los alimentos, somnolencia, desorientación en tiempo, en espacio (no saben donde están) o en persona, pues no reconocen a su familia o dejan de identificarse a sí mismos.
El padecimiento es conocido como isquemia cerebral transitoria y por definición es la presencia de uno o varios de estos síntomas, hasta por 24 horas y sin que quede secuela alguna en ese evento. El grave problema es que son síntomas que dan un aviso tan grave de una enfermedad muy severa, como es el infarto del cerebro, que jamás deben ser obviados por una persona.
La enorme variabilidad de los síntomas, depende del área del cerebro que se encuentre comprometida por la mala circulación arterial. Por definición, la causa es un deficiente aporte de sangre oxigenada en alguna zona del cerebro. El nombre del padecimiento, isquemia se deriva del griego aschaemus que significa “sangre estancada o detenida”.
Hoy analizaré para ustedes un síntoma que tiene la misma connotación y como debemos estudiar y tratar a este tipo de pacientes. Me refiero a tener doble visión por varias horas, síntoma que recibe el nombre de diplopia, una palabra de origen griego que literalmente significa “doble vista”.
He examinado recientemente varios casos de diplopia y algunos de estos pacientes la padecieron hasta por ocho semanas, pues alcanzaron a desarrollar un pequeño infarto cerebral, con una severa incapacidad para su vida diaria, pues podrán imaginar que les resulta imposible caminar libremente, no pueden leer ni manejar pues el hecho de ver todo doble, interfiere con todas sus actividades. En estos pacientes nos vemos precisados a utilizar un parche en uno de los ojos, para bloquear esta información en el cerebro y con ello permitir que la persona haga una vida más normal. Cambiamos el parche al otro ojo al día siguiente y lo vamos alternando.
Por supuesto que existen pacientes que no se han recuperado, aunque por fortuna, nunca en un paciente tratado por un servidor, pero eso es meramente circunstancial. Lo importante es que si una persona tiene visión doble, aún por unos cuantos segundos o minutos, debe acudir a examinarse con su médico de confianza, pues podría desarrollar un gran infarto cerebral que le provoque la muerte o le deje graves secuelas.
Generalmente el examen físico ya es normal cuando el paciente se presenta a consulta, precisamente por el carácter transitorio del problema. Por ello, es conveniente que la persona que haya estado presente cuando ocurrió el síntoma neurológico, acuda con el paciente a la consulta, para referir lo que haya podido observar. Al paciente le consta solamente que su visión fue doble, pero las demás personas presentes pudieron haber notado desorientación, dificultad en la expresión o al hablar, que se cayera un párpado (síntoma conocido como ptosis palpebral) u otro dato, que podría ser sumamente útil para el manejo del enfermo.
Los estudios que realizamos en estos casos son: un electrocardiograma para identificar el ritmo del corazón o un posible crecimiento de alguna cavidad cardíaca. También realizamos un ultrasonido Doppler de los vasos del cuello, pues una placa de ateroma en alguna arteria carótida o vertebral es una causa frecuente de la isquemia cerebral transitoria. Conviene que sepan que el Doppler se hace desde el exterior, no es molesto, es rápido y brinda mucha información.
En estos pacientes es importante realizar una tomografía del cráneo, tanto simple como contrastada; el nombre completo de este estudio hecho con Rayos X, es tomografía axial computada del cerebro, pues se exponen fragmentos del cerebro en posiciones (ejes) diversos, por ello se llama tomografía de tomo “corte”.
En los casos en los que se identifican placas de grasa (ateroma) mayores al 50% de la luz de la arteria (es decir que hay una obstrucción de al menos la mitad del vaso sanguíneo) es conveniente realizar un cateterismo, con la finalidad de eliminar la obstrucción con un catéter con globito en la punta, procedimiento conocido como angioplastía carotídea, que es uno de los tratamientos de elección en esta enfermedad.
El tratamiento con medicamentos es indispensable en la isquemia cerebral transitoria e incluye anticoagulantes inyectados, como la enoxaparina que se aplica en el ombligo o en el hombro, así como fármacos antiplaquetarios que siempre deben ser una combinación de ácido acetil salicílico y clopidogrel.
La identificación de una causa cardíaca es indispensable, pues una microembolia cerebral, como vemos en la fibrilación auricular, de la que ya hemos hablado en esta columna, podría avisarnos de una posible lesión cerebral definitiva.
Les recomiendo que ante un síntoma neurológico, aunque haya desaparecido en minutos, siempre acudan a consulta con su médico de cabecera. Se evitarán muchos problemas.
Mail: ricardo.jauregui03@gmail.com
Hasta la próxima.