>En días pasados, los presidentes de las Comisiones de Agricultura del Senado y de la Cámara de Diputados, se reunieron con el Consejo Rector del Pacto por México para analizar la situación de casi desastre que vive el campo mexicano.
Por curioso que parezca, en los noventa y tantos compromisos del Pacto no hay uno que se dirija específicamente a la situación del campo, aunque hay varios puntos que lo tratan “de refilón”.
El caso es que aparentemente hay un consenso entre todos los partidos políticos de que el campo nacional está viviendo una de sus peores crisis de que se tenga memoria.
Tan solo en lo que va del año, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, ha documentado afectación en 171,132 hectáreas en los estados de Colima, Querétaro, Guanajuato, México, Michoacán, Veracruz, Morelos, Puebla, Coahuila y la zona rural del DF.
Eso sin contar la terrible sequía que azota a los estados de Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Zacatecas, Durango y una parte de Tamaulipas, que los últimos inviernos han agregado a la sequía las heladas.
La producción de granos básicos ha sido gravemente afectada lo que ha motivado el aumento de las importaciones para atender la demanda del mercado interno.
En el 2010, luego de las heladas más feroces de que se tenga memoria en el norte del país, los diputados aprobaron la creación de un fondo de 10,000 millones de pesos y de una Comisión que se encargaría de vigilar la aplicación de esos recursos.
Sin embargo, la Presidencia de la República se inconformó y presentó una controversia Constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Ni un peso de ese fondo creado por los diputados –“con dinero inexistente”, según los Pinos-, bajó al campo mexicano con el agravante de que la supuesta banca de desarrollo no considera sujetos de crédito a los pequeños productores.
La emergencia se ha ido paliando pero está a años luz de resolverse.
En lo que va del año, la SAGARPA apenas ha destinado, de manera directa, es decir, sin contabilizar programas concurrentes, 218.2 millones de pesos, es decir, una miseria considerando el número de hectáreas afectadas.
La importancia de la reunión del Consejo Rector del Pacto y los legisladores encargados de analizar la situación del campo es que han surgido las primeras directrices para tratar de resolver estos graves problemas.
Por ejemplo, por primera vez se considera el cambio climático como un factor a considerar en la planeación agrícola en México.
El senador priista Manuel Cota, presidente de la Comisión de Agricultura del Senado, propuso crear la “Ley de Planeación de la Agricultura”, que permitiría regionalizar los cultivos y atender a los minifundistas de manera coordinada.
Parece de primaria, desde luego, pero por risible que parezca no existe planeación para el campo mexicano.
Y en eso, en buena medida, tienen responsabilidad las llamadas organizaciones campesinas, que sirven para cultivar votos y cargos, pero no para hacer producir al campo.
>La suerte de Madero
El 10 de agosto próximo continuará la XVII Asamblea Extraordinaria del PAN, suspendida en abril por falta de quórum.
Pero si ya en la primera parte de la asamblea le fue mal a la dirigencia nacional del partido, encabezada por Gustavo Madero, en agosto le podría ir peor dependiendo de los resultados de la elección del 7 de agosto.
Si el PAN gana –o por lo menos no pierde lo que tiene-, Madero podría transitar más o menos tranquilo y hasta aspirar a reelegirse.
De lo contrario podría incluso adelantar su salida, que debe ocurrir, si todo marcha bien, en marzo del 2014.
Ya veremos.